LA BATALLA DE CEPEDA,

POR ARMANDO MÁRQUEZ

La Cañada de Cepeda, paraje ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Pergamino, localidad situada en el extremo noreste bonaerense, cercana a su límite con la provincia de Santa Fe, fue el escenario de uno de los combates más renombrados de nuestra Historia Patria, no tanto por su valor desde la óptica militar, sino por su significativa importancia y trascendencia desde lo político-institucional.

La proclama dirigida a la población local que seguida y parcialmente transcribo, dada en el cuartel federal el 8 de febrero de 1820, me exime de mayores comentarios sobre el particular: “Ciudadanos, al fin podemos gloriarnos, porque los sacrificios de los pueblos que tenemos el honor de mandar, os han proporcionado los medios para sacudir el yugo de vuestros opresores sin prodigar vuestra sangre.

Elegid ya sin recelo el gobierno provisorio que os convenga, separando antes de vosotros el influjo venenoso de aquellos que han sostenido la aspirante administración contra vuestros intereses...Marchamos sobre la capital no para talar vuestra campaña, multar vuestras personas, ni para mezclarnos en vuestras deliberaciones...

Así, tras idas y venidas, el 17 de febrero de 1820 Manuel de Sarratea es designado por el Cabildo porteño Gobernador interino de Buenos Aires, cargo que habrá de ejercer hasta tanto se cuente con el voto de la campiña bonaerense.

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